Archivo del Autor: Lou Lipp

Lianne La Havas, la nueva voz del soul femenino

Jovencísima londinense (1989), Lianne La Havas ha sorprendido este año a público y críticos con su single “Lost & Found” en el que colabora también Willy Mason.

Una voz suave pero potente cuando la situación lo requiere, con agudos espectaculares y un tono rugoso a veces, nos recuerda en ocasiones a la mismísima Lauryn Hill. Con mucho sentimiento, sin cargar demasiado las melodías y dando prioridad a su espectacular voz claramente influenciada por el Soul, Lianne La Havas logra componer ese tipo de canciones que llegan a mover emociones. Si bien su voz nos recuerda a Withney Houston en ocasiones, en ningún momento tiene la necesidad de recurrir a estereotipos del R&B. Los clichés de la música negra actual, que pasa por la obsesión de introducir en las canciones a raperos que en la mayoría de las ocasiones no hacen sino empeorarlas, tampoco se observan en lo que esta joven ha logrado crear hasta la fecha. Sin extravagancias, sin necesidad de vender su imagen ni su cuerpo, sin grandes parafernalias ni a nivel musical ni a nivel personal, es sorprendente que esta chica de apenas 23 años haya logrado destacar exclusivamente por su voz y su naturalidad.

Se podría decir entonces que se trata de ese tipo de artista que se ha mantenido fiel a la música en exclusiva, a pesar de que su nuevo álbum Is Your Love Big Enough, que saldrá el  9 de Julio de este año, haya sido  producido por la Warner Bros UK. Así es que con su talento no sólo vocal sino también a la guitarra, en los directos conquista a su público con su sonrisa y su llamativa belleza que deja entrever una inocencia y humildad a la que no nos tienen acostumbrados en esta profesión.

Se demuestra entonces una vez más que las voces femeninas se están haciendo con un hueco importante en la escena musical del siglo XXI, que lleva años correspondiéndoles. Que no es necesario enseñar los pechos para triunfar y que, gracias a dios, siguen existiendo artistas de verdad en la escena musical.

Aconsejable, en todo caso, seguirle pues la pista a esta chica que pronto nos sorprenderá con nuevas canciones, que esperemos sigan siendo así de auténticas y sensibles, en el sentido musical de la palabra.

¡A disfrutarla!


Artistas de la calle

He aquí una entradaun tanto  especial. Una aportación distinta. Algo más personal que el resto, porque de alguna forma he sentido la necesidad de compartir con el mundo esta experiencia madrileña que me ha alegrado el día…

Esta mañana, la plaza de Olavide acogía con sus rayitos de sol a dos jovenes chicas que con gusto difrutaban de su café al calor de este extraño invierno. Todo transcurría con normalidad: mientras cada cual leía una parte del periódico y compartía alguna que otra noticia que le causaba asombro, los niños jugaban con las palomas, los repartidores corrían con sus paquetes de un lado a otro y más de uno simplemente disfrutaba del tiempo maravilloso con amigos o familia al son de la música que tocaban los dos jóvenes al otro lado de la calle.

Hasta aquí, nada nuevo. Pero la mañana cambiaría cuando una mujer de alegre expresión, que rondaba los cincuenta, ocupaba la mesa de al lado y acomodaba a sus padres en las metálicas sillas con cariño y cierta dificultad. Sin intención de ser cotilla ni mucho menos, empecé a escuchar su conversación y prestarle algo de atención mientras ojeba las páginas del diario sin leer realmente su contenido. La mujer mayor y su marido en silla de ruedas, pedían una tónica y un café, al parecer, como todos los días, mientras su hija les contaba alguna anécdota relacionada con sus familiares. Lo especial en todo esto es, que la hija estaba constantemente preocupándose por sus padres. Recreando la historia de una forma casi teatral, andaba de un lado para otro, con una energía casi abrumadora. Colocó a su padre en la sombra y le dió a su madre un obsequio que no llegué a ver, pero que le sacó una sonrisa de oreja a oreja. Para entretener mientras a su padre, pedía a los jóvenes de la mesa de al lado, el periódico. «Cójalo, por supuesto, ya lo he leído, asique se lo puede quedar de hecho«, contestaba a la petición y el hombre, en su silla de ruedas, les daba las gracias como si de un regalo increible se tratara. Así estuvieron aproximadamente media hora en la que, independientemente de la conversación, se percibía en cada palabra que salía de la boca de la hija  un amor asombroso. Una preocupación que corresponde más a una madre que a una hija, que trata en cada instante de darles lo mejor, al igual que ellos hicieron en su momento. Era pura vitalidad que contagiaba no sólo a sus dos padres de avanzada edad, sino a todos aquellos que les rodeaban y sonreían con cada pequeño gesto de cariño de esta familia. Por último, cuando ya se disponían a abandonar la plaza y la hija trataba de trasladar a su padre a la silla de ruedas, hubo un momento de tensión en el que el hombre perdió el equilibrio y casi cae al suelo. Justo entonces, cuatro personas distintas, se levantaban de su silla y corrían a ayudar a la mujer en su maniobra. Quizás no sea nada del otro mundo, pero era uno de esos momentos en los que sientes la bondad de la gente. Como si de una gran familia se tratara, la impersonalidad de la gran ciudad se esfuma para dar paso a la hermandad y la colaboración.

No sé si es la crisis que nos obliga a unirnos, el sol que nos llena de una extraña energía  o que simplemente se trata de  una realidad que en ocasiones permanece oculta. Pero la gente comparte, ayuda, colabora y si puede , regala con gusto una sonrisa de complicidad a aquellos que son como nosotros; como todos. Porque juntos la vida resulta más fácil. Porque hay amor en cada esquina. Y porque independientemente de la situación en la que nos encontramos, siempre quedará un hueco para la amabilidad. Y es que el arte muchas veces está en la calle. Los artistas de la vida, autores de alegrar cada día de la semana, pasean por la ciudad como cualquier otra persona, pero con una luz distinta, que ilumina las calles de Madrid y consigue, en miles de ocasiones, hacer que el mundo sea un poquito mejor. La vida se convierte así en arte, en una improvisación cuyos artistas luchan a diario y están por todos lados…


CONTRALUZ «una experiencia sensorial kitsch, con notas de pop castizo»

• Título: Contraluz
• Autor: Juan Gatti
• Género: Fotografía
• Lugar: Madrid. Consejería de Cultura y Deporte. Canal de Isabel II. Calle Santa Engracia 125, Metro Rios Rosas
• Duración: Del 24 de Noviembre de 2011 al 1 de abril de 2012
• Horario visitas: De martes a sábado, de 11 a 14 h y de 17 a 20.30 h. Domingos y festivos, de 11 a 14 h. Cerrado todos los lunes y los días 25 de diciembre y 1 y 6 de enero. Visitas guiadas gratuitas los sábados y domingos por la mañana, a las 12 y 13 h y sábados por la tarde, a las 18 y19 h.
• Precio: Entrada gratuita

Juan Gatti es, como acertadamente comenta la señora presidenta de nuestra Comunidad,  uno de los artistas “imprescindibles» del  país.

Tras mudarse a España en los años 80 y convertirse en un madrileño más;  formando parte activa por aquel entonces de la movida madrileña, su amplio y plurifacético  trabajo, que abarca desde el diseño gráfico a la fotografía y la dirección de arte en cine, teatro y moda, ha sido reconocido por algunos de los personajes más destacados de la cultura española como único.

Ha diseñado las portadas de discos de Mecano o Alaska, los carteles de directores como Almodóvar o Álex de la Iglesia y ha participado en diversas campañas de diseñadores como Jesús del Pozo o Purificación García, que de hecho se ha lanzado a patrocinar esta exposición.
Esta muestra, comisariada por Rafael Doctor, recoge el trabajo profesional y también personal de los últimos 30 años de este destacado fotógrafo. Unas 180 imágenes y carteles distribuidos en dos plantas que muestran por una parte su obra profesional; donde se exhiben imágenes de las campañas como las que realizó para Sybilla, Karl Lagerfeld o Loewe, o los carteles que desarrolla a partir de 1988 para las películas de Pedro Almodóvar (Entre otras los originales de «Mujeres al borde de un ataque de nervios», «Átame», » Hable con ella» o «Volver»).

Pero por otra parte, y quizás más llamativo y excepcional, se muestra también en esta expòsición el lado más personal del artista. Con 40 nuevas fotografías en blanco y negro y de gran tamaño, así como un montaje audiovisual en la cúpula de la sala sobre el mundo simbólico de Juan Gatti, las imágenes logran transmitir grandes sensaciones al espectador.

Así, Contraluz, consigue presentarse como una sucesión de experiencias sensoriales. Un mundo más bien dirigido a proponer emociones que mostrar de forma ordenada y cronológica la vida y obra de este autor. Un repaso por su trayectoria que no acaba siendo una simple biografía. Que no aburre, sino más bien provoca.

Según palabras del propio artista: «No quiero expresar nada, sólo quiero que la gente sienta, se emocione. Una cosa más primitiva, que intelectualmás sensual, sensitivo…»